A modo de ejemplo vamos a simplificar la causa de la crisis financiera un tanto y se centran en dos de las principales razones de la crisis crediticia global. La primera causa es el inmenso incremento en la disponibilidad y la negociación activa de los derivados. Estos son instrumentos financieros cuyo valor se obtiene el precio de otro activo, denominado subyacente. Por sí mismos estos instrumentos son muy útiles en la gestión de riesgo financiero y, si se aplican correctamente, son una herramienta muy valiosa en el arsenal disponible para los administradores de dinero. Sin embargo, con el tiempo los derivados cohete diseñado por científicos de la industria se convirtió cada vez más complejo y opaco. En muchos casos el papel fue celebrada no sólo alto grado de apalancamiento, sino también poco probable que sea garantizado por los activos físicos directamente, pero por más papel. Como resultado, los bancos cada vez custodia de los valores que estaban muy alejados de las actividades centrales de los bancos, con el correspondiente aumento en el riesgo.
La segunda causa de la crisis crediticia es la falta de liquidez. Hasta septiembre de 2008, los bancos estaban muy contentos a prestarse entre sí en el mercado interbancario mundial, es decir, los bancos con exceso de depósitos presten su dinero excedente a las instituciones que necesitan más depósitos para apoyar su balance. A cambio, el banco prestamista recibe interés de los préstamos del banco. Casi toda la noche la quiebra de la sede en Nueva York protuberancia del soporte del banco de inversión Lehman Brothers, causado en gran medida por su sobreexposición a algunos de los complejos instrumentos de derivados mencionados anteriormente, poner fin a esta en el medio de septiembre de 2008. La consiguiente falta de liquidez en el mercado interbancario, basado en la extrema aversión al riesgo de los bancos globales que ya no podía confiar en los demás los balances tenido el resultado deseado de detener también la economía mundial en sus pistas.
Finanzas islámicas se basa en una serie de principios fundamentales. Una de ellas es que hacer dinero del dinero, es decir, los intereses que reciben, está prohibido. Un corolario de esto es que los bancos sólo están autorizados a prestar contra garantías reales físicas. Cualquier tipo de derivados, y esto incluye las obligaciones de deuda con garantía que causó la mayor parte del daño inicial a los inversores en todo el mundo, son considerados como valores de papel sin respaldo físico, y por lo tanto fuera de los límites para los inversores denuncia la Sharia. En un plano más general, las instituciones islámicas operan bajo el principio de asociación. Su incapacidad para evaluar las necesidades de los prestatarios les ha mantenido fuera de los casos problemáticos de las hipotecas subprime en los EE.UU.. Para algunos era demasiado obvio que estas hipotecas sólo benefician a los arreglistas en vez de compartir el riesgo entre todas las partes implicadas en el acuerdo.
La prohibición de la utilización de los intereses cuando se prohibió prestar dinero los bancos islámicos de la participación en el mercado interbancario, dejando así su situación de liquidez sin cambios, y no afectan a sus operaciones normales. Las instituciones financieras islámicas son por lo tanto no están expuestos a la crisis de liquidez de otros bancos se encontraron atrapados en medio de su dependencia del mercado interbancario.
El resultado global es que las instituciones funcionan con los principios islámicos hasta ahora han capeado bien la crisis y están en condiciones mucho mejores que sus primos convencionales. Los depositantes, musulmanes o no, están empezando a ver las ventajas de este enfoque y se atrajo a poner sus activos de estos bancos. Añadir a esto el hecho de que la responsabilidad social se ha convertido en un gran problema con los clientes bancarios y los bancos islámicos es probable que continúen su senda de la victoria. No pueden, y no, invertir los fondos de sus clientes en alcohol, juego, pornografía o actividades relacionadas con el tabaco. Esto aumenta su atractivo más allá de los elementos religiosos a un público más amplio.
